miércoles, 9 de septiembre de 2009

Cine Polaco

Hoy queremos hablaros de una cinematografía que, salvo algunos nombres, sigue siendo bastante desconocida para la mayoría, la polaca. Y nada mejor para abrir apetitos que unas breves líneas que nos pongan en situación:

La cocina polaca es famosa por sus pierogi (herencia de las costumbres culinarias de la zona fronteriza), que son unas empanadillas cocidas y servidas con diferentes rellenos; por ejemplo de repollo, setas, carne, queso, o dulces y frutas, (arándonos, fresas o guindas). Los más populares son los "pierogi ruskie" (perogi rusos), llenos de queso blanco, patatas y cebolla frita.

El embutido más conocido es la salchicha ("kielbasa"), que tiene muchas variedades y tipos según la región. Las más populares son: la salchicha secada de Cracovia y la salchicha de cazadores ahumada al humo de enebro. También gozan de popularidad los jamones con un sabor delicado, los filetes de solomillo y el tocino.

De entre las sopas más populares encontramos la sopa de remolacha, barszcz czerwony, que se sirve con raviolis hechos de masa de setas o de judías (y que pertenece a la tradición culinaria más antigua), y la sopa llamada zurek, sabrosamente hecha de harina con sabor agrio, que se hace con setas y se sirve con patatas, embutidos cortados en trozos y huevo duro.

El plato nacional polaco es el llamado bigos, que se hace de col agria y cocida y al que se le añaden varios tipos de carnes, embutidos y setas. Vale la pena mencionar a los golabki (col rellena de carne picada, arroz o granos de trigo de sarraceno). Se sirven con una salsa de tomates o setas.

Los postres más famosos de Polonia son los pasteles caseros, que bien saben hacer todas las mujeres del país. Los más populares están horneados con masas de levadura y sofisticados con semillas de amapolas y frutos secos.

La bebida más famosa y en realidad especialidad polaca, es el vodka puro, aunque también gozan de una gran popularidad otros diferentes tipos de vodkas, es decir aquellos que contienen extractos de hierbas. También la cerveza es de excelente calidad, contándose firmas tan prestigiosas como Zywiec, Warka o Elblag, que trabajan desde hace siglos.

Pero como no solamente de manjares vive el hombre, y dado que nuestros jugos gástricos ya están al máximo nivel, seguidamente os ofrecemos una selección de directores y películas que pueden ser una buena forma de acercarse a lo más autóctono del cine polaco; artistas con un peso específico tanto dentro de su país como en el resto del globo. No os las perdáis.


Andrzej Wajda
(Suwalki, 1926)


Tras graduarse en cinematografía en 1954, trabajó como ayudante de Alexander Ford. Se consagró como figura clave del nuevo cine polaco con su primer largometraje, Pokolenie (1954), un profundo estudio de los efectos de la guerra en la juventud. A finales de los años 70 sus películas se hicieron famosas por su reflexión sobre el malestar político de su país. En El hombre de mármol (1977) estudió la confusión de Polonia desde el punto de vista de individuos arruinados por la opresión, y en El hombre de hierro (1981) realizó la crónica del desarrollo del movimiento sindical "Solidaridad".

Kanal (Kanal, 1957)

Polonia, septiembre de 1944. Los valientes soldados de un pequeño ejército de la Resistencia se ven forzados a ocultarse en los laberínticos canales de Varsovia tratando de escapar de la ofensiva nazi. Andrzej Wajda recibió en el 2000 el Oscar Honorífico en reconocimiento a toda su carrera. Segunda entrega de la trilogía bélica del maestro polaco Andrzej Wajda este estremecedor relato, inspirado en hechos reales, fue la primera película en mostrar la rebelión polaca ante la invasión nazi. Ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Cannes 1975, esta obra maestra supuso la consagración de Wajda a nivel internacional.


Todo en venta (Wszystko na sprzedaz, 1969)

Inspirado en la muerte trágica del gran actor polaco Zbigniew Cybulski, este film clásico de Andrzej Wajda muestra las vidas del detrás de cámaras de un director y sus actores cuando son interrumpidos por el asesinato misterioso de su actor principal. Es, en palabras de director Wajda, “una historia sobre la gente que hace las películas - los directores y los actores.” La ficción de la película se mezcla con realidad como algunos de los roles de los artistas. Everything For sale muestra una ojeada en la manera como Wajda se ocupa de su pasado y de su amistad con Cybulski.


La tierra de la gran promesa (Ziemia obiecana, 1975)

En el auge de la Revolución Industrial, a finales del siglo XIX, tres amigos se unen para poner en marcha una fábrica en Lodz. Karol (Daniel Olbrychski) es polaco, Maks (Andrzej Seweryn) es alemán y Moryc (Wojciech Pszoniak) es judío. Todos se necesitan para poder llevar la empresa a buen fin, a pesar de que Maks y Moryc son alertados sobre la falta de escrúpulos y ambición desmedida de Karol. Ello junto a la agitada aventura amorosa de Karol con la esposa de un rico industrial judío no sólo afectan a su amistad sino que resultan decisivos para la explosión de otros problemas tanto personales como sociales que se han ido forjando.


El hombre de mármol (Czlowiek z marmuru, 1977)

La película trata de la investigación de una joven documentalista sobre un obrero de la construcción, que ganó varios premios en los años 50 por su elevada produccción. En su búsqueda se dará cuenta de cómo mediante el estajanovismo se utilizó y explotó a muchos obreros a cambio de un falso progreso.¿Qué ha sido del sueño de este albañil que se esforzó por construir casas para todos a costa de sus manos?


Las señoritas de Wilko (Panny z Wilka, 1979)

En los años 20, el veterano de la I Guerra Mundial Wiktor Ruben vuelve al pueblo donde pasó sus veranos de infancia antes de la guerra. Allí se instala junto a su tía y su tío. Se reencontrará entonces con una familia formada únicamente por mujeres: Julcia, Jola, Zosia, Kazia y Tunia. Todas ellas le amaron, pero él sólo amó a una de ellas, que falleció durante su partida. Todas ellas se sienten desilusionadas con sus vidas y sus maridos y con la llegada de Wiktor se verán obligadas a enfrentarse con el propio pasado.


Andrzej Munk
(Cracovia, 1921-Brzezinka, 1961)

Autor de varios largometrajes, el primero de los cuales data de 1954 (Las estrellas deben brillar). A lo largo de su corta carrera dirigió, entre otras películas, Sinfonía heroica en dos tiempos (1957), Una suerte perra (1959) y La pasajera (1961)


La pasajera (Pasazerka, 1963)

Descrita como una de las ficciones más audaces jamás rodadas sobre el Holocausto, La pasajera es un verdadero clásico del cine polaco. Su director Andrzej Munk, murió a los 39 años de edad en un accidente de coche a medio rodaje. Su amigo y colega Witold Lesiewicz decidió acabar la película según lo que él creyó eran las intenciones de Munk, usando para el montaje final el material ya rodado, fotografías del propio Munk y una narración de voz en off.


Juliusz Machulski
(Olsztyn, 1955)

Además de director, productor (jefe del estudio "Zebra") y filólogo. Autor de comedias originales que recibieron muchos premios en su día, entre las que se cuentan: Vabank (Va Banque, 1982), Seksmisija (Sexmisión 1983); Dejá Vu 1989, Vip 1991.


Sexmisión (Seksmisja, 1984)

Después de 50 años de congelación criogénica, dos científicos despiertan en un mundo apocalíptico post-nuclear como los dos últimos varones humanos del planeta. Una raza de amazonas, vestidas en plástico transparente, controla ahora la humanidad, que vive bajo tierra. Las mujeres permiten a los dos hombres vivir con una sola condición: deben sacrificar su virilidad. Poco dispuestos a aceptar estos términos, los dos hombres escapan empezando una serie de aventuras en el nuevo orden mundial. ¿Podrán sobrevivir y restablecer la población masculina?


Jerzy Kawalerowicz
(Gwozdziec, 1922)

Uno de los más importantes directores de cine de su país, aunque su trabajo apenas superó los circuitos intelectuales europeos a partir de la década de los años sesenta. El realismo de buena parte de sus propuestas soporta un trasfondo cultural, moral e histórico que dificulta el acceso del espectador más conservador a sus exigencias. Le preocupó a lo largo de su vida el hombre y la sociedad que le rodea, las dificultades de entendimiento entre las personas y la tragedia que envuelve cada realidad.

Madre Juana de los Ángeles (Matka Joanna od Aniolów, 1961)

Del aclamado director de Faraón, Jerzy Kawalerowicz nos llega una película basada en uno de los casos documentados de posesión diabólica colectiva más famosos de la historia. Una fidedigna, visualmente rigurosa y profundamente inquietante exploración de la fe, la represión, el fanatismo y la sensualidad. Una delicia cinematográfica.


Faraón (Faraon, 1966)

El estado egipcio se encuentra en una difícil coyuntura debido a la presión exterior de los asirios y a la pobreza de la mayoría del pueblo. Proclamado faraón, el joven Ramsés XIII decidió solucionar esta situación con las riquezas que albergaba el tesoro del templo, cuyo clero controlaba también, de hecho, el poder. El lógico enfrentamiento con el grupo sacerdotal que controlaba este tesoro, conduciría al fracaso e inexorable muerte del faraón, siguiendo el país controlado política y religiosamente por los sacerdotes.


Krzysztof Kieslowski
(Varsovia, 1941-Varsovia, 1996)

Sus películas están muy influenciadas por sus compatriotas Krzysztof Zanussi y Andrzej Wajda. Comenzó con documentales enfocados en los problemas culturales, económicos y políticos que originaron el nacimiento del Movimiento Solidaridad. De la misma manera que el trabajo de Zanussi, Kieslowski siempre filma viajes filosóficos dentro del espíritu humano y siempre muestra preocupación por las implicaciones éticas y morales de las acciones humanas. Aquí proponemos dos de sus películas de juventud.


La cicatriz (Blizna, 1976)

“La cicatriz” pertenece a la historia de Polonia de los años 70, en la que el comunismo era admisible. El antihéroe de “La cicatriz” es Bednarz, director de una empresa en medio del bosque, forzado a volver a la región de su juventud, vencido, víctima de sus contradicciones y de una situación que no controla. “La Cicatriz” muestra paralelamente al mundo laboral la vida privada del empresario, el alejamiento de su mujer, el desafío de su hija, y sus recuerdos personales. Esta intimidad da fuerza a su cicatriz interior que conduce a un malestar en las relaciones de poder, lo esencial de la vida profesional de Bednarz.


El Aficionado (Amator, 1979)

De los films de Kieslowski, “El aficionado” es lo más limpio y contundente. Realizado en 1979 este apólogo sobre el cine y poder sigue la trayectoria Filip Mosz, un obrero que descubre gracias a una súper 8 los poderes de las grabaciones cinematográficas. Destinada a grabar los primeros pasos de su bebé, la cámara se convierte en herramienta de explotación del mundo: fábricas, obreros, ciudades, poblaciones, recuerdos, relaciones de poder y trabajo. A medida que Filip encuentra nuevos temas, protagonistas el mundo cambia y se revela mientras huye. Su mujer se aleja de él, su relación con su jefe empeora, aparecen rupturas, su vida íntima y colectiva son más inseguras como si el cine influyera en lo real.


Roman Polanski
(París, 1933)

Quizás el director polaco más conocido, debido a sus trabajos en Francia, Reino Unido y sobre todo Estados Unidos, su formación se produjo íntegramente en polonia, donde inició su carrera y forjó algunas de las características de sus siguientes producciones, como su gusto por los ambientes claustrofóbicos. Os sugerimos su primer largometraje, con el que consiguió una nominación a la mejor película extranjera en los Óscar de 1963.


El cuchillo en el agua (Nóz W. Wodzie, 1962)

En el transcurso de un día a bordo de un yate de vela se establecerá un extraño triángulo entre tres personas, una pareja y un hombre, de diferentes estratos sociales, convirtiéndose la mujer en el centro de una lucha de poder entre los dos hombres. Inteligente y preciso guión que te atrapa, rodada con bajo presupuesto, de enorme belleza plástica, un ambiente morboso cargado de erotismo. Polanski deja ya marcadas algunas de sus maneras.


Esperamos que uno y otro menú puedan ser de vuestro agrado.

7 comentarios:

  1. Ahhhhh....Polonia....
    Hace unos años hicieron en la Seminci un ciclo dedicado al cine polaco que no tuvo desperdicio. Desde luego merece la pena dedicar unas horas a ver películas de este país.
    Aparte de las que recomendáis aquí (buena selección, por cierto) me gustaría nombrar otra película de Wajda, "Korczak", basada en la vida de Janusz Korczak (seudónimo de Henryk Goldszmit), médico, escritor y educador judío polaco. Para mí esta película tiene uno de los mejores finales que he visto en cine.
    También me parece divertidísima "Kiler", de Machulski, una comedia de enredo sobre un taxista que es confundido con un delincuente.
    Tengo la teoría de que en cada país hay un "Amanece, que no es poco". Pues bien, en Polonia yo creo que su equivalente podría ser "Jancio Wodnik" ("Jancio el aguador"), de Jan Jakub Kolski. Una ida de olla tremenda sobre un hombre de campo que descubre de repente que puede curar con agua.
    Y ahora voy a almorzar algo, que me ha dado un hambre este artículo....
    Dzień dobry

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  2. Jopé Supercinexín, pues me pongo a buscar desde ya mismo la pelis que dices, que no he visto ninguna.

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  3. Cucha Supercinexín, que me parece interesante tu teoría de que en cada país hay un "Amanece que no es poco", a mi chica le va a encantar la idea. Dime más, dime más... que le monto un ciclo una semana de estas ;)

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  4. Hola,
    Eduardo, de momento te sale un miniciclo, un triciclo exactamente... :D
    Lamentablemente mi teoría sobre "Amanece, que no es poco" de momento tiene pocas pruebas. Pero tengo la convicción de que irán apareciendo más películas en diferentes países.
    De hecho, fijas sólo tengo (aparte de la española, claro) la que decía polaca ("Jancio Wodnik") y una francesa dirigida por Jean-Louis Trintignant ("Une journée bien remplie"). Dejo el enlace a imdb por si alguien la quiere buscar:
    http://www.imdb.com/title/tt0069443/
    Los requisitos que yo exijo a una película para entrar en la categoría de "Amanece, que no es poco" son:
    - Que haya un viaje.
    - Que aparezcan situaciones y/o personajes surrealistas o que rocen el absurdo.
    - Que salga un sidecar.
    - Y por supuesto que durante toda la película no puedas quitarte la sonrisa (o carcajada) de la boca.
    Hay quien opina que lo del sidecar no es imprescindible si se cumplen con creces otras condiciones, pero yo de momento lo mantengo como criterio.
    Si alguien me ayuda a aumentar esta lista se lo agradezco...
    Saludos

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  5. Yo estoy de acuerdo en lo del Sidecar. Y si hay pocas películas que cumplan la condición, que se espabilen los directores en incluirlos, que si empezamos a ceder, al final ponen pegas incluso a lo de las risas y nos cuelan un drama.

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  6. Venga vale, películas con sidecar y todo lo demás... Si me encuentro con alguna ya os cuento. De momento tenemos otra trilogía :)

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  7. Gracias por el artículo y por las sugerencias fílmicas y gastronómicas.
    Y leído lo leído, habrá que echar unas horitas a ver cine polaco, claro que sí.

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